Rumbo a Cusco, Capital del imperio Incaico...
Luego de cruzar en lancha el lago más grande de Sudamérica, el Titicaca, ubicado en la frontera entre Perú y Bolivia y de visitar algunas de sus bellas Islas, tomamos rumbo hacia el país Incaico por excelencia: Perú.
Lo cierto es que antes de ingresar debíamos pasar por la aduana y hacer él tramite de migraciones; algo que ciertamente desagrada a cualquier viajero y hace que uno se pregunte para que diablos existen las fronteras... Pasados los tramites burocráticos se ingresa a Perú, rumbo a Puno, la primera ciudad importante del Perú que uno encuentra antes de llegar a Cusco.
Luego de 12 horas de viaje se llega por fin al lugar que muchos viajeros de todo el mundo llaman "El ombligo del mundo". Cusco es una ciudad sumamente mística. Se le conoce por haber sido la capital del imperio Inca, pero su historia comienza mucho antes.
Cuando se llega a Cusco a todo viajero le sirven un té caliente hecho de hojas de coca, sí, de las mismas hojas que se hace la droga. Y con la misma te mandan a descansar unas cuatro horas. Lo que te aclara de antemano cualquier Cusqueño es que tomes el té, que no te va a dar ninguna alucinación, y luego te acuestes porque si no puede darte mal de altura. Efectivamente me acuesto, a las horas abro los ojos y miro por la ventana del hostal en donde a mi lado duermen suecos, franceses y españoles.
Luego de cruzar en lancha el lago más grande de Sudamérica, el Titicaca, ubicado en la frontera entre Perú y Bolivia y de visitar algunas de sus bellas Islas, tomamos rumbo hacia el país Incaico por excelencia: Perú.
Lo cierto es que antes de ingresar debíamos pasar por la aduana y hacer él tramite de migraciones; algo que ciertamente desagrada a cualquier viajero y hace que uno se pregunte para que diablos existen las fronteras... Pasados los tramites burocráticos se ingresa a Perú, rumbo a Puno, la primera ciudad importante del Perú que uno encuentra antes de llegar a Cusco.
Luego de 12 horas de viaje se llega por fin al lugar que muchos viajeros de todo el mundo llaman "El ombligo del mundo". Cusco es una ciudad sumamente mística. Se le conoce por haber sido la capital del imperio Inca, pero su historia comienza mucho antes.
Cuando se llega a Cusco a todo viajero le sirven un té caliente hecho de hojas de coca, sí, de las mismas hojas que se hace la droga. Y con la misma te mandan a descansar unas cuatro horas. Lo que te aclara de antemano cualquier Cusqueño es que tomes el té, que no te va a dar ninguna alucinación, y luego te acuestes porque si no puede darte mal de altura. Efectivamente me acuesto, a las horas abro los ojos y miro por la ventana del hostal en donde a mi lado duermen suecos, franceses y españoles.
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