10.6.07

MIRAR Y VER




Cuentan por los bosques, que una mujer sentía ganas de llorar y reír al mismo tiempo y que no podía descubrir la razón de ese extraño sentimiento.

Eso lograba hacerla pensar, por largas horas, a que se debía esa paradójica emoción.

Entonces, un día, ya cansada de pensar y de sentirse tan inmersa en un torbellino de confusiones, decidió dejar de buscar respuestas por si misma y le preguntó al aire, que si bien no conocía plenamente su espíritu atormentado, vivía rodeándola constantemente.

Pasaron los días, los meses y los años y la mujer seguía implorándole al aire, que le otorgara una respuesta, pero este nunca respondió...

Entonces, con un vacío grande en sus entrañas, decidió resignarse a vivir con ese contradictorio sentimiento que lograba desequilibrar su existencia.

La mujer, comenzó a vivir sin tantos rodeos y de ese modo también las respuestas fueron llegando lentamente.

Al morir... ella pudo inmortalizarse, porque descubrió que toda su vida había oído todo pero nunca realmente había escuchado nada.

Abismos



El abismo tiene algo de majestuoso, interesante, sublime y surreal. Es tan fácil encontrarlo en los dias en los que el reloj interno nos encuentra con su antítesis de muerte caminante...

El abismo reconcilia mi latir con el de aquellas subterraneas almas de los perdedores que tienen frio y hambre de sabores y olores nauseabundos y dulces...

El abismo es un psicópata de la persecusión pero en muchos casos se siente frustrado; golpea muchas puertas pero nadie lo recibe...

Son tantas, tantas las almas que huyendo de el, desangran su mediocre existencia comulgando en la fosa de las apariencias...